Cerré mis ojos y me sumergí entre los árboles frondosos como si fuera una selva muy bella.

Permanezco quieta y una mariposa aparece sobre mí, revoloteando como si quisiera que la siguiera y caminara entre toda esa vegetación.

Camino y al poco llego a un gran claro, en el cual al fondo observo una gran cascada y un inmenso lago con su agua color turquesa y cristalina. Estoy observándolo todo, es precioso y tan bello, lleno de vida, de energía, de plenitud, que me hace estar maravillada.

Miro hacia arriba y veo unas aves grandes volando por ese lindo cielo azul, son grandes y de color arcoíris. Están emitiendo sonidos como si me llamaran y de repente me encuentro volando entre ellas, visualizándolo todo desde lo alto del cielo, es indescriptible.

Seguidamente vuelvo a estar caminando por ese claro hacia el agua cristalina, me sumerjo en ella, siento como esa agua acaricia todo mi cuerpo, mi piel, sintiendo que es positivo sobre todo para mi rostro, disfruto de esa sensación por todo mi cuerpo, mi pelo rojizo nutriéndose, está llena de energía y vida. Cojo aire para sumergirme y algo me recuerda que no me hace falta pues puedo permanecer todo el tiempo que desee y seguir “respirando” sin aire. ¡¡¡Dios mío!!! Que belleza, corales de todos los colores y vida, mucha vida, todo esta completamente transparente, en calma, con una plenitud y armonía sin límites.

Aparece un gran pez, me asombro por lo hermoso que es todo su cuerpo ya que es de inmensos colores, un arcoíris luminoso con un tacto suave, aterciopelado, lo acaricio con amor y respeto, me siento bien haciéndolo, me encanta. Le doy las gracias por haberme permitido acariciarlo observándolo como se aleja con una forma tan sutil de mecer esas aguas cristalinas y difuminándose a lo lejos…… desapareciendo.

Doy otro salto y me veo flotando en el agua en calma, dándome los rayos del sol en mi cuerpo, me calma, siento otra vez que me viene bien para mi piel, lo necesito. De repente sin saber de dónde ha salido, se posa sobre mi nariz una bella mariposa de muchos colores. Tiene una belleza muy frágil, pero a la vez fuerte y poderosa, una belleza sin igual, la observo como puedo pues está en mi nariz y al momento seguido se eleva y renueva su camino, alejándose entre el agua y el cielo.

De repente ¿cómo lo hago?, me encuentro caminando otra vez por ese ya conocido claro entre la vegetación y justo a mi lado noto que hay un gran animal muy luminoso el cual en esos momentos no identifico, no veo muy claro su forma. Pasa unos instantes cuando poco a poco voy observando su forma y ya le puedo poner nombre, si, ya sé que animal es. Un gran rinoceronte de color blanco, destellando mucha luz y asombrosamente tiene un gran cuerno arcoíris, no me lo puedo creer, todos los seres vivos que me he encontrado tienen en común el color arcoíris, curioso, sí, pero no sé qué significa, tengo la impresión que con el tiempo lo sabré.

Estoy mirando muy atenta al gran rinoceronte blanco y luminoso, en ese momento interpreto que quiere que le coja el cuerno y lo ponga en mi entrecejo para fundirse en mi 6º chakra por lo que le pego cada tirón a ese cuerno que no paro de intentarlo una y otra vez, hasta que comprendo que no es eso lo que quiere, (madre mía pobre animal) en fin, lo que quiere es que ponga mi entrecejo en la punta de su cuerno y deje fluir todo. Yo lo hago de inmediato y percibo que me traspasa información, la cual no se ni tengo idea de que es, pero la percepción de mi sentir sé que es esa. Después de un rato, me separo de él, le doy las gracias acariciándolo su apreciado y bello cuerno, le acaricio también sus lindos ojos con unas grandes pestañas gruesas y hermosas, todo en el es ternura, amor y una quietud tan grande que ya me gustaría a mi tener esa templanza y calma. Le doy para despedirme un beso en su enorme y blanca mejilla, me maravilla este hermoso animal. Observo como se aleja del mismo modo que los demás, difuminándose a lo lejos y desapareciendo en el Todo/ la Nada.

Me entristece ver cómo se va, yo quiero que permanezca a mi lado siempre, necesito su calma, su sabiduría……. te necesito, aunque hay algo dentro de mí que me dice que está más cerca siempre de lo que puedo percibir, Solo tengo que encontrar más veces esa quietud y allí estará. Lo amo es parte de mí, gracias por lo que me has trasmitido.

De repente sin más, noto como algo va surgiendo en mis pies, voy elevándome más y más convirtiéndome en un gran y bello árbol lleno de frutos y hojas verdes. Siento que tengo muchas, grandes, seguras y fuertes raíces como también siento otras más pequeñas e incluso algunas que están cortadas, pero me dice “algo” que no me enfoque en esas raíces más pequeñas y cortadas, que sienta realmente lo que soy en conjunto.

Siento mis raíces húmedas, llenas de vida, me siento viva, saludable, siento que la madre tierra me proporciona todo lo que necesito. Por otro lado, percibo el calor del sol en mí, proporcionándome ese calor, calma y haciéndome sentir protegida. Estoy inmensamente plena, un sentir que soy parte de Todo.

Guauuu, vienen pájaros a mí, se posan en mis fuertes ramas, les proporciono alimento y cobijo. Unos se van otros se quedan al amparo, pero los que se van me ponen triste. Una voz me dice que tienen que ser así, tienen que seguir su camino y yo desapegarme de ellos.

Comprender que están de paso, yo les ayudo, les ofrezco lo que soy y lo que tengo, pero tienen que marchar para hacer su propio camino. Otros vuelven al amparo de mis ramas y hojas con sus frutos. Me hace sentir “esa voz” que, aunque haya pájaros que marchen sigo y seguiré acompañada de todo lo que me rodea como esa gran y bella selva de tantos y tantos arboles llenos de plenitud a mi lado. De pronto mi esencia se eleva para observar y volver a sentir y recordarme desde las alturas la cantidad inmensa de árboles que me rodean tan bellos y llenos de vida una vez más.

Seguidamente veo una forma angelical tremendamente grande que me impacta, con una luz amarilla rodeándole, la cual extiende su mano hacia mí, me intimida que sea tan grande y que este casi encima mía. Le digo que solo doy permiso a permanecer a mi lado la luz y el amor, si el es así, que me lo demuestre pues tras otras experiencias en mi vida…. yo por si acaso, lo digo. De inmediato una gran y profunda respiración hago y sintiendo una calma absoluta lo confirma, ¡¡¡que grande es la luz, jolín!!

Cojo su mano porque creo que es lo que quiere, pero no, no estoy yo muy fina con mi gran hermano el rinoceronte y este ángel, en fin, menos mal que estamos hablando de la infinita paciencia y amor que es la Luz Divina. Es él, el que deja posar su mano sobre mi pecho para mostrarme todo lo que me rodea de verdad y sobre todo lo que realmente soy Yo. Poco a poco ésta presencia va disolviéndose como los demás y yo también voy regresando y tomando conciencia de donde está mi cuerpo físico, estoy en mi habitación, mi casa, mi entorno….

Doy las gracias a todos y a cada uno de los seres de luz que me acompañaron en este viaje en todas sus formas, colores y demás. A esa reconexión con la Madre Tierra por hacerme ver, recordar y sentir lo que soy, lo que tengo y que siempre estoy rodeada de vida, de luz y amor. Mi gratitud por mostrarme que tengo que dejar ir, que cada uno tiene que seguir su camino y yo estar ayudando y permaneciendo para los que vienen y vendrán, viviendo en este eterno momento presente.

 

AHORA Y SIEMPRE, GRACIAS.